4 fotógrafos revelan los destinos más románticos de Colombia
Hay muchas razones para casarse en nuestro país. Varias regiones ofrecen impresionantes paisajes, belleza arquitectónica e infraestructura a la medida para este tipo de eventos. Decenas de fotógrafos especializados son testigos y responsables de la memoria de ese romántico momento que cambia vidas. Aquí cuentan por qué cada destino colombiano es ideal para tu boda.
Realiza tu boda en Cartagena y déjate maravillar por sus fantásticos escenarios.
Cartagena de Indias
Cartagena es el lugar elegido por muchísimas parejas para casarse. Es una ciudad mágica, llena de cultura y vida. Cada rincón tiene su encanto… su sabor caribeño se siente en el ambiente, en su gente, en su música y en su gastronomía. Es un destino pintoresco con historia, arquitectura, playas y hermosos atardeceres.
Hacer fotos en Cartagena es una delicia porque su arquitectura y paisaje son increíbles, conmueven... en cada esquina encuentras inspiración. Las murallas generan sensaciones fuertes, puertas con aldabas se convierten en fondos coloridos con buenas texturas, una foto con buena profundidad de campo permite apreciar los matices de la ciudad. Todo esto está dispuesto en un área de unos pocos kilómetros, como una locación viva y en movimiento, pero que también ofrece apuestas seguras para el ojo fotográfico y una luz natural que, al caer la tarde, genera una gama conmovedora y romántica, ideal para un matrimonio inolvidable.
Cartagena tiene también múltiples facetas. Al otro lado de la imponente ciudad amurallada se siente el rumor de las olas. Esos fondos marinos representan toda otra franja de posibilidades para la organización de bodas y, por supuesto, para el trabajo fotográfico. Somos muchos los fotógrafos, wedding planners, equipos creativos, de catering y de servicios que encontramos en la dinámica de las bodas una activa y constante forma de trabajar en Cartagena. En lugar de competir, aprendemos juntos y esa experiencia acaba beneficiando al cliente, en este caso: los organizadores y, en especial, los novios.
Puedes hacer unas lindas fotos tanto de día como de noche y el ambiente de alegría y fiesta que se respira se presta para que las parejas siempre tengan la mejor actitud... nos encanta poder transmitir esa emoción en cada una de las fotos que creamos. Las fotos de tu boda son al final el único recuerdo tangible que le queda a los novios de un día mágico e irrepetible.
También te puede interesar: Descubre los cruceros que puedes tomar en Cartagena.
Las coloniales calles de Barichara son el escenario ideal para tu boda en Colombia.
Barichara
Las calles adoquinadas, la arquitectura colonial, el clima casi perfecto y la actitud acogedora de su gente hacen de Barichara un pueblo encantador. Su ubicación en el departamento de Santander es ideal porque tiene fácil acceso desde Bucaramanga y salida a otras zonas turísticas que igualmente ofrecen parajes hermosos y llenos de historia.
Por estas razones, resulta comprensible que en los últimos años este destino turístico esté creciendo y, especialmente, que se esté posicionando como un lugar soñado para bodas. Cada vez son más las parejas que eligen unir sus vidas en este romántico lugar. Como fotógrafo, para mí resulta positivo que un destino como este se vuelva recurrente: la infraestructura crece junto a las necesidades específicas de estos visitantes y la experiencia permite identificar locaciones, horarios y dinámicas que contribuyen a un registro perfecto de ese momento también perfecto e inolvidable.
La fotografía tiene la magia de inmortalizar cada instante. Ese privilegio de sumar la mirada propia a un recuerdo que será conservado por otros también implica una enorme responsabilidad. En nuestras manos está que ese día único, donde los novios comparten con su familia y amigos, en el que se respira una atmósfera cargada de amor, alegría y muchas emociones, luzca exactamente así en las imágenes.
Barichara lo hace más fácil. No solo es fotogénica como fondo para las parejas y sus acompañantes, también es estimulante, divertida y relajada para quienes la visitan y esa buena energía y bienestar de los retratados se revela plenamente en las fotos.
Encontramos amor y emociones en cada rincón de este bello pueblo, nos perdemos por sus paisajes y arquitectura única, y los novios disfrutan de este paraíso durante todo su día inolvidable. La cámara quiere a Barichara.
Descubre: Viaja a través de la historia al recorrer estos pueblos patrimonio.
Los atardeceres de Santa Marta brindan una gama de color perfecta para las fotos de tu boda.
Santa Marta
Describiría Santa Marta como un destino turístico por excelencia. Y si me preguntan por el lugar perfecto para una boda, también diría que toda esta zona ofrece un sinnúmero de posibilidades para esa ocasión única. Cuenta con grandes playas, sol, espacios abiertos, ambientes tropicales, y también tiene zonas de abundante vegetación, riqueza cultural, el alucinante Parque Nacional Natural Tayrona y la grandiosa Sierra Nevada de Santa Marta. Pero definitivamente lo principal que viene buscando la mayoría de las personas es la playa, y el paisaje no los defrauda: arenas blancas, horizontes azules, el sol siempre presente y una vitalidad playera que contrasta con la atmósfera apacible de la montaña. Cada atardecer en Santa Marta es distinto al anterior. La luz se comporta con la misma libertad que la gente de la región. Relajados y festivos, los habitantes locales complementan la experiencia de visitar este destino paradisíaco y hacen de cada boda una celebración excepcional. Acostumbrados al encuentro constante con visitantes de todo el mundo que vienen a la bahía, tanto la amabilidad como el servicio resultan naturales. Las bodas también se han vuelto una forma de encuentro frecuente en esta ciudad, y tanto los fotógrafos como los wedding planners se han ido amoldando a ello.
Nuestro oficio de tomar fotos para bodas –y de supervisar atardeceres– representa algo sin precedentes: el encuentro de dos vidas, una familia que nace y reúne a amigos de toda la vida y a sus dos familias; nos da una responsabilidad de capturar esos instantes de unión y celebración con honor, disfrute y con mucha pasión. Practicar este oficio en esta zona de Colombia resulta ser un privilegio porque, además de sus paisajes, en este destino existe el encuentro de 4 culturas indígenas diferentes que le permiten a los novios hacer ceremonias con los mamos –jefes de cada etnia– de limpiezas espirituales antes de la boda, y ceremonias de aseguranza y bodas indígenas que pueden volver el acto del matrimonio un momento mucho más especial y único para los novios que disfruten salir del molde de las celebraciones tradicionales.
La plaza empedrada de Villa de Leyva y sus maravillosos paisajes son el fondo ideal para las fotos de tu celebración.
Villa de Leyva
Villa de Leyva es una maravilla visual para cualquier fotógrafo. Sus calles empedradas, la armonía de sus casas blancas, su paisaje desértico de tonos cálidos y su gente de ruana y sombrero hacen que este emblemático pueblo colombiano sea uno de los destinos más apetecidos por los fotógrafos para expresar su creatividad. Recorrer su plaza principal y perderse entre las callecitas de casas coloniales tomando fotos es como hacer un viaje en el tiempo, es un lugar mágico.
Retratar una boda es compartir un día muy especial con personas que se aman y que están al límite de sus emociones, ese día hay miles de sonrisas y lágrimas de alegría y esas son las fotos que siempre busco tener, esos momentos preciosos que duran segundos y que volverán a la memoria en forma de fotos.
Cuando una boda es en un lugar maravilloso como Villa de Leyva, nuestro trabajo consiste en capturar esa perfección, cuando el espacio natural es así de sorprendente no son necesarios muchos adornos, la composición de la fotografía la hace el paisaje. Además, las personas que escogen Villa de Leyva como su destino de bodas por lo general tienen alma viajera, aprecian la esencia de los lugares, la sensibilidad del arte y la cultura de los pueblos auténticos. Es necesario que los novios dediquen tiempo suficiente para las fotografías de pareja, que recorran el lugar el día de la boda y días antes para ampliar el registro en sitios aledaños como los pozos azules, los viñedos o el desierto.
Cuando hay un buen fotógrafo, además de tomar las fotos normales esperadas –como el beso de la ceremonia, el primer baile de los recién casados y las fotos de grupos familiares– se encarga también de hacer un registro documental y emotivo en el que se vea la verdadera esencia de amor y felicidad de los novios y sus invitados.