Las esmeraldas colombianas tienen un color que identifica al país tanto como los tres de su bandera, el verde. Ese color de las extensas praderas, montañas y reservas naturales, que pinta muchos de sus fértiles paisajes y que enmarca ríos, quebradas y cascadas. El verde de la selva amazónica y del espeso bosque tropical que bordea las costas sobre el océano Pacífico.

Nos identifica un verde brillante que no se nota a simple vista y que está engullido por las montañas de la Cordillera Oriental entre los departamentos de Boyacá y Cundinamarca. Es el verde de las esmeraldas colombianas, las más famosas del mundo.

Hay muchos honores por los cuales Colombia tiene prestigio internacional y ser el primer productor mundial de esmeraldas es uno de ellos, ya que, en la producción total de esmeraldas, el país aporta un 80 %, frente a países como Brasil y Zambia, que le siguen en la lista. Y no es cuestión solo de cantidad, sino de calidad, pues gracias a sus características esta piedra preciosa colombiana es una de las más codiciadas.

Leyenda de las esmeraldas

Cerros de Fura y Tena, Boyacá, Colombia.
Foto de Niko Jacob @nikolasjacob

 

Como muchas de las tradiciones colombianas, a la historia de la esmeralda se le ha otorgado un anecdotario fantástico que disputa su veracidad con las causas geológicas de las zonas esmeralderas de Colombia. Existe una leyenda que cuenta la historia de un príncipe Muzo llamado Tena que estaba enamorado de Fura, una hermosa mujer. La unión fue bendecida por el dios Are, pero con el tiempo Fura fue seducida por el dios maligno Zarbe a cambio de su inmortalidad. Tena, al enterarse, murió de pena y las lágrimas de arrepentimiento de Fura llegaron a la tierra convirtiéndose en maravillosas esmeraldas.

Are se apiadó de los desdichados, convirtiéndolos en dos peñas protegidas por tempestades y serpientes. Hoy, los cerros de Fura y Tena, con una altura de 840 y 500 metros, están separados sobre el valle del río Minero y custodian la zona esmeraldera de Colombia. Se localizan 30 km al norte de las minas de Muzo, que están entre las de mayor producción de Colombia.

Boyacá y Cundinamarca, las zonas esmeralderas de Colombia

Las principales zonas esmeralderas se encuentran en los Andes Orientales Colombianos. Muzo, en Boyacá, es famoso por albergar los yacimientos más importantes, como Muzo, Borbur, Coscuez y Chivor, cada uno con su propia historia y contribución a la industria esmeraldera colombiana.

En Cundinamarca, las zonas esmeralderas más destacadas se encuentran principalmente en los municipios de Gachetá y Gachalá, en el nororiente del departamento. Estas áreas complementan la riqueza esmeraldera de Colombia junto con Boyacá, contribuyendo significativamente a la producción nacional de esmeraldas.

De hecho, la esmeralda Gachalá o Emilia, es la piedra de esmeralda más grande encontrada hasta ahora, con un peso de un poco menos de 3 kilogramos y 858 quilates. Fue hallada en 1967 en la mina Vega de San Juan en Gachalá, Cundinamarca.

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Características de las esmeraldas

Esmeraldas con diferentes formas y tonalidades.

El trabajo del minero es el paso inicial y el más complicado en el proceso de la esmeralda, cuyo valor se determina según el color, el tamaño, la pureza y el brillo. Aunque verde es el color genérico de las esmeraldas colombianas y del mundo, no todas las piedras conservan tal pureza en su tonalidad, característica que los expertos identifican plenamente a la hora de tasar el valor.

El color verde profundo es el más hermoso, escaso y valioso, pero también el más exclusivo, uno que solo se encuentra en tierras colombianas. Es posible descubrir tonalidades púrpuras, azulosas, verdes y amarillentas. Las esmeraldas de gran tamaño no son tan comunes, por lo que el precio de una esmeralda de 10 quilates es hasta 50 veces más que el de una de un quilate.

Turismo en tierras de esmeraldas

El Museo Internacional de la Esmeralda del Municipio de Muzo, Boyacá, Colombia.

Si visitas los principales municipios esmeralderos del país como Muzo, conocido como la capital mundial de la esmeralda, tendrás la oportunidad de aprender sobre el proceso de extracción directamente de los expertos locales. En tours de experiencias mineras por un día, podrás adentrarte en la historia y las técnicas de la minería de esmeraldas, viviendo una experiencia auténtica en zonas donde se encuentra esta piedra preciosa. Esto no solo promueve la economía local, sino que también ayuda a conservar las tradiciones culturales y a empoderar a las comunidades que dependen de la industria de las esmeraldas.

En las verdes tierras de Muzo también podrás encontrar el Museo de la Esmeralda que cuenta con 480 piezas, esmeraldas en bruto, piezas arqueológicas y fotografías antiguas que relatan la historia de este oficio ancestral. Además, te recomendamos que aproveches y visites los cerros de Fura y Tena, los míticos cerros que dan origen a la leyenda.

El Museo Internacional de la Esmeralda en Bogotá, Colombia.

En el centro histórico de Bogotá, la capital de Colombia, encontrarás el Museo Internacional de la Esmeralda, el cual está enfocado en la historia, la geología y la importancia cultural de cada una de ellas. El museo alberga algunas de las esmeraldas más grandes y famosas del mundo. Podrás disfrutar de exhibiciones interactivas que explican los procesos de formación, así como su extracción y comercio a lo largo de la historia. Ofrecen servicios de certificación que aseguran la legitimidad y calidad de estas gemas, contribuyendo a la reputación de Colombia como líder mundial en la producción de estas gemas.

Las esmeraldas colombianas son más que simples piedras preciosas; representan una parte integral del patrimonio cultural y natural de Colombia. Iniciativas como la de turismo sostenible en Muzo celebran la belleza y la historia detrás de cada gema verde. Estos esfuerzos y museos no solo preservan las tradiciones culturales, sino que también te invitan a descubrir el fascinante mundo de las esmeraldas de primera mano.

 

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