El sol juega con los colores de la fachada de piedra labrada de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barichara, que por la mañana se ve de un amarillo brillante y por la tarde tiene un toque ocre arcilloso. Se estima que este templo, ubicado frente al parque principal, fue construido en 1838. En él sobresalen el altar mayor, recubierto con láminas de oro, y las diez columnas que soportan los arcos.
Esta iglesia a veces puede ser confundida con otra iglesia en Jardín, Antioquia llamada Iglesia Inmaculada Concepción, que ostenta el título de basílica menor. Aunque comparten el nombre y la devoción a la Virgen María, cada una tiene su propio encanto y atractivo. Ambas son destinos imperdibles en un viaje a Colombia, donde los visitantes pueden apreciar la belleza de su arquitectura, sumergirse en la cultura local y experimentar la devoción religiosa arraigada en la historia del país.