Es cierto que algunos colombianos son el alma de la fiesta y que destacan entre la multitud por ser alegres, carismáticos y excelentes bailarines, pero sus cualidades no terminan ahí: quienes nacen en estas tierras son personas cuya existencia está atravesada por múltiples fenómenos sociales y culturales. Son personas tan particulares como sus maneras de ver el mundo, y personas que a pesar de sus diferencias, están y estarán dispuestas a mostrar la mejor cara de su país a quienes quieran visitarlo.

 

¿Cómo son los colombianos?

Las costumbres de quienes nacen en Colombia varían según su región o departamento de origen y se mantienen incluso luego de migrar dentro o fuera del territorio nacional. Lo que define a un pastuso, a un afrocolombiano o a un emberá va más allá de la lengua que hablan y los genes que portan: su acento, su comida y hasta su forma de vestir hacen parte de una idiosincrasia que vista a lo lejos, es una de las miles de formas de ver el mundo que confluyen en Colombia.

Las transformaciones políticas, sociales y económicas que el país ha atravesado en las últimas décadas han hecho de los colombianos una población resiliente y dispuesta a aprender de su historia. Como Colombia, su gente se ha transformado y hoy es cada vez menos común que se rija por los mismos ideales y certezas de hace unos años. Ahora los colombianos están mirando hacia un futuro libre de indolencia y lleno de inclusión, y ponen en práctica esas metas durante su día a día.

Colombia también se destaca ante el mundo por ser un país de gente creativa, emprendedora y pujante. Basta con un recorrido por las calles de cualquiera de sus ciudades para encontrarse con emprendimientos de todo tipo que tienen el potencial de generar experiencias inolvidables en viajeros y visitantes.

 

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Música, acentos y expresiones: Características que definen a los colombianos

Las experiencias inolvidables también están atravesadas por la música. El país no solo ha sido cuna de importantes intérpretes y bailarines, sino que sus habitantes bailan al son de ritmos específicos que convocan a locales y foráneos para compartir. Los casos más ejemplares son Valledupar y Cali, hogares del Festival de la Leyenda Vallenata y de la Feria de Cali, dos destinos ideales para melómanos y curiosos que quieran conocer a Colombia y  su gente a través de la música.

 

Diversidad lingüística en Colombia

Como la música, los acentos y vocabularios varían según la región de Colombia. Por todo el país afloran diferentes sonidos y palabras que no solo sirven para identificar de dónde es cada quién, sino para fomentar la riqueza lingüística del país. Por ejemplo, la forma de hablar de los paisas, como se les dice coloquialmente a quienes vienen de Antioquia y departamentos del Eje Cafetero, se reconoce a metros: tienen un seseo en su pronunciación, un tono que alarga las palabras y que en Colombia se conoce como arrastrado. Por su parte, cuando las personas del Valle del Cauca o vallunos hablan, tienden a comenzar las oraciones con “ve”, que significa “pon cuidado”, y terminarlas con “oís”, que es “oíste”. Los que vienen del Chocó o chocoanos tienden a eliminar la “s” y a usar palabras o frases como “atravesao” (atrevido) y “vamos pa’ ve” (vamos a ver), y en el archipiélago de San Andrés, donde está ubicada la población raizal y se habla creole o criollo sanandresano, se escuchan palabras como “tiich” (enseñar), “fieva” (me parece), “dopi” (fantasma), “piknini” (niños), “mikies” (darse prisa) y “rait” (escribir).

En Santander, un departamento ubicado al norte del país, el hablado de los locales es considerado fuerte, muy marcado, pero no hay que caer en el error de pensar que los santandereanos están regañando; son gentes amables que hablan directo o, como se dice en este país para referirse a alguien que no se anda con rodeos: “sin pelos en la lengua”.

Tal diversidad lingüística se complementa y se debe a la fuerte presencia de grupos étnicos en el país. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda, adelantado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 2018, en el país hay 102 culturas indígenas que representan a cerca de dos millones de personas (menos del 5% de gente de colombia), unos 4,6 millones de personas negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras (cerca del 10% de toda la población del país) y 2.500 personas (el 0,006% del total nacional) que se identifican como población gitana o Rrom. Sumando los grupos étnicos con el resto de la población, que podría describirse como mestiza o blanca dependiendo de su ascendencia, el Censo estimó que en la población de Colombia es de 48.258.494 personas.

 

Colombia, un país acogedor

Una de las características más encantadoras de los colombianos es que sin importar su origen, son solidarios y siempre tienen los brazos abiertos y la disposición para hacer sentir como en casa a quien sea. En ese sentido, hacerse amigo de un colombiano es garante de probar todos los platos típicos posibles, de visitar los lugares turísticos más cercanos y de terminar el día con un buen café y muchas ganas de quedarse en Colombia. Es experimentar el país de otra manera, e irse con la certeza de que una de las razones más importantes para volver es sentir de nuevo el cálido abrazo de un colombiano.

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