En la región del Amazonas - Orinoquía Colombiana yace un tesoro natural que cautiva con su belleza: la Estrella Fluvial de Inírida. Esta área hace parte del Escudo Guayanés, una de las zonas con mayor biodiversidad en el mundo y que, en el caso del país, se conforma por diez ecosistemas designados sitios Ramsar gracias a su importancia internacional en cuanto a plantas, animales y culturas indígenas.
En el seno de esta vasta riqueza natural, Inírida, capital del departamento de Guainía, resalta como un destino que despierta la curiosidad y fascinación de los viajeros. Bautizada según la leyenda de una bella princesa indígena, Inírida resguarda una flor con un valor único que se ha convertido en símbolo de desarrollo sostenible en el departamento.
Inírida: un destino turístico vibrante
Inírida, emerge como un destino turístico que combina naturaleza, cultura y aventura. Ubicado entre la confluencia de los ríos Guaviare, Atabapo e Inírida, el municipio ofrece a los visitantes una experiencia única, ya sea explorando las maravillas naturales de la región o sumergiéndose en la rica herencia cultural de sus habitantes.
Durante todo el año, los turistas pueden disfrutar de dos caras distintas de Inírida: el verano y el invierno. De abril hasta noviembre las tierras se inundan, creando un oasis acuático que atrae a aquellos que buscan aventura y exploración en kayak, mientras que de diciembre a marzo las playas de los ríos se revelan, invitando a los viajeros a relajarse y disfrutar del sol.
Detalles prácticos
1. Al departamento de Guanía, o en yurí “Tierra de muchas aguas”, es recomendable acceder por vía aérea desde Bogotá o Villavicencio hacia el aeropuerto César Gaviria Trujillo en Inírida. Por vía fluvial o terrestre puede tomar varios días. Esto puede ser ideal para amantes de aventura que busquen experimentar algunos de los paisajes más hermosos e inexplorados de Colombia.
2. Los vuelos a Inírida no salen diariamente, por lo que es más apropiado agendar con tiempo planes con todo incluido: traslados, hospedaje, comidas, guianza y actividades de la mano de guías locales.
3. La temperatura promedio es de 27º C. Se recomienda el uso de ropa cómoda y que proteja del sol.
4. Es fundamental contar con la vacuna contra la fiebre amarilla la cual se pone gratis en diferentes puntos del país como el Aeropuerto Internacional El Dorado.
La Flor de Inírida: tesoro botánico y ecoturístico
En las sabanas inundables de arena blanca de Guainía existe un ecosistema conformado por la Orinoquía, la Amazonía y el Escudo de Guayanés en donde crece una flor endémica que se conserva en el tiempo. Esta flor roja vibrante no solo es una maravilla para la vista, sino que también es una imagen de la diversidad y belleza de la flora colombiana, por lo que su protección ha sido central en la transformación ecológica de la región.
La Flor de Inírida es una joya botánica que se erige como símbolo de la exuberancia que ha evolucionado, llegando a soportar las duras condiciones de las temporadas secas y lluviosas propias de la región. Durante todo el año es posible encontrar sus dos especies: la Flor de verano (Schoenocephalium Teretifolium), resistente a las altas temperaturas y a las sequías, y la Flor de invierno (Guacamaya Superba), que crece en época de lluvias e inundaciones.
Símbolo de desarrollo sostenible
- La Flor de Inírida es fuente de alimento y refugio para aves y mariposas.
- La planta es usada con fines medicinales y decorativos para rituales y festividades, por las comunidades indígenas que habitan en la región del río Inírida.
- Es una flor ideal para la exportación gracias a su durabilidad, contribuyendo al crecimiento de la economía local.
- Tiene una gran importancia en la mitología de los pueblos nativos. La flor representa la vida y la fertilidad.
La protección de la Flor de Inírida es una prioridad y su comercio está estrictamente regulado para garantizar su conservación. Sin embargo, los viajeros tienen la oportunidad de admirar esta maravilla en su hábitat natural a través de visitas guiadas y recorridos turísticos. La Flor de Inírida no solo es un tesoro botánico, sino también un recurso invaluable para el turismo ecológico en Colombia.
Descubriendo Guainía
El departamento de Guainía ofrece una gran variedad de atracciones para los viajeros ávidos de aventura en tierras todavía por descubrir. Desde los majestuosos cerros de Mavecure hasta las antiguas comunidades indígenas de Coco Viejo, cada rincón de esta tierra guarda una historia fascinante y una belleza indescriptible.
1. KENKE - Parque natural y cultural de Guainía
En el kilómetro 11 vía Vitina Inírida – Guainía hay una inmensa sabana protegida por el pueblo indígena Curripaco en donde es posible encontrar sembradas miles de flores de Inírida. En el corazón de la región, este parque ofrece diversas experiencias en ecoturismo, aviturismo, etnoturismo, senderismo interpretativo y alojamiento rural, proporcionando a los visitantes la oportunidad de conectarse íntimamente con la naturaleza y la cultura local.
2. Remanso y los Cerros de Mavecure
![Cerros de Mavecure, Inírida, Guainía.]()
Uno de los tesoros más preciados de Guainía son los majestuosos cerros de Mavecure, Mono y Pajarito, que se elevan como altares en medio de la exuberante selva. A estos solo se puede llegar por vía fluvial y el tiempo de recorrido es de aproximadamente dos horas. Al borde del río Inírida, los cerros están rodeados por playas de arena blanca en donde es posible acampar o practicar deportes náuticos, cuando el caudal lo permite.
Los tres monolitos se encuentran en medio de la reserva El Remanso, habitada por indígenas Puinaves. Acá los viajeros pueden disfrutar del sendero ecológico y explorar la rica biodiversidad que se encuentra en los alrededores de los ríos y lagunas que bañan el territorio de esta población. Con un poco de suerte es posible observar fauna nativa como delfines, nutrias y babillas, o aves como el águila pescadora.
3. Comunidad de Coco Viejo
Sumérgete en la historia y cultura de Guainía explorando la comunidad de Coco Viejo. Ubicada en el resguardo indígena Coayare – El Coco, las artesanías (realizadas en cerámica y tejidos en fibra de chiqui-chiqui) son el motor que impulsa la economía de la comunidad.
Acá se han encontrado antiguos petroglifos que narran las historias ancestrales de la región dejados, según la tradición oral, por los ancestros indígenas de la época precámbrica. Además de su valor cultural, este enclave es un paraíso natural donde se puede ver la unión entre las aguas color amarillo del río Guaviare y las de color negro del río Inírida.
4. Reserva Nacional Natural Puinawai
En el corazón de Guainía, la reserva Puinawai despliega su belleza, abarcando más de un millón de hectáreas de exuberante vegetación y vida silvestre. Partiendo de las cumbres de la Serranía de Caranacoa hasta las profundidades de la selva amazónica, esta zona es un santuario de biodiversidad donde la vida florece en todas sus formas.
La reserva, que por razones ecológicas no se encuentra abierta al público, toma el nombre de la lengua Puinave y significa “Madre de la Humanidad”. Esta es habitada por comunidades indígenas como los Curripacos y Cubeos y consiste en un conjunto de cerros, mesetas y ríos, últimos remansos del Escudo Guayanés hacia el oeste.
Recorriendo nuevos caminos
Guainía y su capital Inírida son lugares que despiertan la imaginación y el espíritu aventurero de sus exploradores. Desde la misteriosa Flor de Inírida hasta los tesoros naturales y culturales que son resguardados en todo el departamento por las comunidades indígenas que lo habitan, este destino ofrece una experiencia inigualable que cautiva los sentidos y enriquece el alma.
Este es un llamado a todos los viajeros intrépidos a descubrir los secretos ocultos de esta tierra encantada. Prepárate y embárcate en una aventura inolvidable en el país de la belleza.
