La escultura de una pareja indígena que dirige su mirada hacia la Sierra Nevada, con el mar a sus espaldas, es el homenaje a la cultura Tayrona que se puede apreciar en Santa Marta, en la glorieta de la carrera 1.ª con calle 22. La obra del maestro Héctor Lombana hace honor a un pueblo que dejó muchas enseñanzas sobre su forma de vida.