En lo alto de las montañas de Boyacá, a una altitud de más de 3000 metros, se encuentra una de las atracciones más inesperadas de los Andes colombianos del este, la reluciente Playa Blanca en el extremo sur del lago de Tota, el lago natural de agua dulce más grande de Colombia.
Poco conocido fuera de la región, este inmenso lago, que cubre 55 kilómetros cuadrados y alcanza una profundidad de 60 metros, está rodeado de exuberantes tierras de cultivo y es un destino clave si lo que buscas son actividades al aire libre.
Se accede desde la pequeña y pintoresca ciudad de Tota y está rodeado por una carretera de circunvalación, sobre la que encontrarás albergues junto al agua, restaurantes e instalaciones recreativas.
Vistas y atracciones
Playa Blanca
Pocos viajeros esperan encontrar una playa cuando se disponen a ascender los tramos superiores de los Andes, sobre todo, una que ofrezca las arenas blancas y aguas turquesas de Playa Blanca. Esta atractiva cala se encuentra protegida por una hilera de pinos y colinas y es el lugar ideal para pasear u organizar un recorrido en barco. En cambio, si eres de los visitantes más valientes, puedes unirte a los lugareños para nadar en sus aguas heladas.
Playa, Naturaleza
Paseos en barco por el lago de Tota
Si bien Playa Blanca es la atracción más aclamada del lago de Tota, es apenas una pequeña parte del gigantesco lago que tiene mucho más para ofrecer a los visitantes. En medio del lago, hay tres islas: San Pedro, que es la más grande y es una reserva natural protegida que cuenta con senderos, Santa Elena y Santo Domingo. Puedes optar por visitar las islas o navegar en crucero por la exuberante costa del lago. El recorrido en barco se puede organizar en Playa Blanca, Aquitania y otros puntos de la orilla.
Vida al aire libre
Avistamiento de aves en el lago de Tota
El área que rodea el lago de Tota fue declarada "Área importante para la conservación de las aves" y es un rincón alucinante para observar especies de aves acuáticas residentes y migratorias. Se han identificado un total de 135 especies, entre ellas, tres que son endémicas de la zona. Las áreas que gozan de la mayor concentración de aves son las marismas de los bordes del lago, que se visitan mejor en barco.
Vida silvestre
Iza
El pequeño y atractivo pueblo colonial de Iza, apenas al oeste de Tota, data de hace casi quinientos años. Vale la pena pasar a visitarlo si vas camino a Playa Blanca o vuelves de ella. Además de contar con una plaza central de ensueño, la ciudad también ofrece baños termales enclavados en medio de ondulantes laderas, donde los visitantes pueden sumergirse en aguas ricas en minerales. A diferencia de otras termas, donde las aguas despiden fuertes olores sulfúricos, los baños de Iza están libres de olores.
Los deliciosos postres también tienen su fama. Puedes comprarlos por todo el pueblo, especialmente, los fines de semana, cuando las calles se llenan de vendedores que ofrecen infinitas recetas para chuparse los dedos.
Sitio histórico
Detalles prácticos
Alojamiento
Encontrarás una serie de hoteles que brindan excelentes vistas del lago Tota repartidos por la carretera de circunvalación. Otra opción es hospedarse en la Iza colonial, que cuenta con algunas casas de huéspedes económicas y acogedoras a poca distancia en automóvil.
Llegada
El aeropuerto principal más cercano a Tota es El Dorado de Bogotá, al que llegarás en menos de cinco horas en automóvil. Una carretera de montaña muy panorámica conecta la región de Tota con Yopal de la Amazonía - Orinoquía colombiana.