La existencia del mar de siete colores no se pone en duda cuando a través de la ventanilla del avión que está a punto de aterrizar en la isla de San Andrés, Colombia se observa la gama de tonos del mar, que en esta esquina del Caribe va desde el azul profundo hasta un verde aguamarina traslúcido. A esta amplia variedad de matices contribuyen los arrecifes de coral.
Desde el avión, la tarjeta de presentación de San Andrés es su mar de siete colores que alberga peces coloridos y corales rebosantes de vida que encantan a los viajeros. Después de una tarde de playa y compras en el puerto libre, la noche se presenta con fuerza para llenar de música y baile el ambiente.